En 1954 fabricó el primer ensayo de vidrio óptico.
Piedad de la Cierva ha sido una de las científicas españolas más relevantes del siglo XX, pionera en los estudios de radiación artificial y en la industrialización del vidrio óptico. Nacida en 1913, comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Murcia en 1928 siendo la única estudiante mujer en dicha universidad y finalmente licenciada en Ciencias en 1932 por la Universidad de Valencia, donde recibió el Premio Extraordinario de Licenciatura y finalmente doctorada por el Instituto Rockefeller en 1935.
Su actividad científica comienza a desarrollarse en el Instituto de Física Teórica Niels Bohr en Dinamarca donde realiza investigaciones en radiación artificial. A su vuelta a España y tras la guerra civil de 1936 retoma su actividad científica en el Instituto de Óptica, hoy conocido como Instituto de Óptica “Daza de Valdés”, dependiente del CSIC. No consiguió la cátedra en 1941 (de cinco opositores, solo dos eran mujeres, y ambas quedaron sin plaza aun cuando investigaciones posteriores han demostrado que tenían capacidades más que suficientes para lograrla), y esta discriminación le hizo replantearse su dedicación a la universidad. En 1945 fue contratada por el Laboratorio y Taller de Investigación del Estado Mayor de la Armada para encargase de la industrialización del vidrio óptico, lo que le llevó a viajar por Estados Unidos. En 1954 fabricó el primer ensayo de vidrio óptico y fue premiada con el 1er premio de investigación técnica “Juan de la Cierva” en 1955.
Hoy en día, todos conocemos la fibra de vidrio, más particularmente el uso que hacemos de ella. Cualquier persona hoy en día tiene internet o teléfono en casa por fibra. Quién hubiera llegado a imaginar la repercusión que la fibra de vidrio y la transmisión óptica tendrían 70 años después y que todo esto se lo debamos al trabajo de una mujer que en 1941 sufrió discriminación por razones de sexo.